Esta semana hemos tenido de todo, pero lo que más, enfermitas en casa. Marina se ha terminado de recuperar y Pili ha caído. Tanto, que ha estado dos días de baja en casa... Hoy ya está casi completamente recuperada, pero lo ha pasado francamente mal, en cama sin poderse levantar de un resfriado severo...
El domingo, cuando por fin hemos podido salir de casa, el tiempo nos ha acompañado. Hemos comido pizza (Pili lasaña) en el Born, en una pizzería genial frente a la Catedral del Mar.
Antes, por la mañana, hemos ido al Museo Picasso (los primeros domingos del mes es gratis). La colección permanente es apasionante, porque muestra los primeros trabajos de Picasso, los académicos, y son brillantes también, pero realistas, y con un gusto por el detalle y la técnica tradicional desconocidos en el autor. Además, ahora hay una fantástica exposición temporal, Picasso y su colección, donde se pueden ver los cuadros que Picasso coleccionaba y que adornaban su estudio y casa, además de las obras que se intercambió con los grandes pintores de su época. Demuestra en esa colección un gusto exquisito, además de sorprender por la cantidad de grandes obras de las que era propietario...
Luego, a la tarde, hemos paseado por el Parque de la Ciudadela en una tarde primaveral.
Vamos, que lo hemos pasado muy bien después de estar una semana enclaustrados en casa....
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